Entidades diversas como las asociaciones de vecinos y la marina de lujo colaboran en un plan para crear empleo y mejorar la formación en el barrio de la Ostia.
Habitualmente son las administraciones las que presentan planes estratégicos, pero la Barceloneta lo ha hecho al revés. Vecinos y profesionales del barrio (en el grupo promotor hay desde asociaciones de vecinos a la agrupación de comerciantes e industriales, la cofradía de pescadores, el Consorci El Far o la Escuela de Adultos) presentaron ayer un pacto para la ocupación y el desarrollo de este barrio, desde ahora y hasta el 2020. En el proyecto inicial ya hay ideas muy definidas, como que los beneficios del impuesto turístico se transformen en acciones sociales o que los negocios de la zona contraten a vecinos en paro.
Al proyecto Barceloneta Proa a la Mar ya se han sumado, además de sus promotores, como las asociaciones de vecinos Barceloneta y l'Òstia o el Consorci El Far, una veintena de entidades y empresas. Entre estas están tanto la ABA (Asociación Barceloneta Alerta) o la Plataforma Diu Prou, como Port 2000, la nueva Marina Port Vell o la Marina Barcelona 92. "Si queremos hacer un salto hacia el futuro es importante buscar la colaboración.
"La Barceloneta es de todos", apuntó Patricia Jiménez en representación del Consorci El Far después de recordar la alta tasa de paro del barrio o el alto porcentaje de jóvenes que abandonan sus estudios. Esta situación contrasta con el hecho de que la Barceloneta sea a la vez una de las zonas con más presencia turística y visitantes con un alto poder adquisitivo de la ciudad (la Marina Port Vell, la de mayor lujo de las que hay en Barcelona, es un ejemplo).
"Es un plan que surge de tres jornadas participativas con unas 200 personas de todo el barrio. La diferencia es esa: es un plan de desarrollo que surge de abajo y que ahora trasladamos hacia arriba", manifestó Anna Lite, en referencia al Ayuntamiento de Barcelona. Por ahora tres partidos políticos han brindado su apoyo: ERC, la CUP y Barcelona en Comú.
El proyecto, además de apostar por trabajar conjuntamente con las empresas de la zona para crear empleo y definir la formación de sus posibles trabajadores (ya se ha empezado a colaborar con el Port de Barcelona y se va a llamar a las puertas del Consorci de la Zona Franca), tiene entre sus prioridades luchar contra el abandono escolar. Se busca también que la esencia marinera esté presente en las aulas y en las calles, que se ponga en valor, por ejemplo, el puerto de pescadores.
"Además de que repercutan los beneficios del impuesto, también podrían destinarse a alquiler social los apartamentos turísticos clausurados", señaló la presidenta de la Asociación de Vecinos de l'Òstia, Pepa Picas, presente en el acto junto con su homólogo de la Asociación de Vecinos de Barceloneta, Jaume Valls.
FUENTE: LA VANGUARDIA
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